El murallón de Fuente Dé siempre me impresiona; trato de imaginar cómo sería ese lugar sin la existencia del teleférico. Trato de imaginar cómo accedería en el pasado el ser humano a la parte superior, salvando los 800 mtrs de desnivel vertical que nos separan del paraiso. Hoy lo voy a comprobar.
Como nuestros dos perros no pueden subir en el teleférico, y la canal de la Jenduda ya la hemos subido con anterioridad, probaremos esta vez por la senda del Hachero ( gracias a Jose m. que en su dia nos habló de ella aquí en el foro), que nos llevará desde Fuente Dé (1078 mtrs) por el Collado del Valdecoro (1778 mtrs) y la Collada de la Junciana (1858 mtrs) hasta la estación superior del cable, donde nos esperará Ana que ha subido con los 2 macutos en apenas unos minutos lo que a nosotros tres nos costará 2 hrs duras.

Nuestra forma física no nos permite subir a los 4 por este camino con los macutones para dos dias, así que Ana renuncia encantada a acompañarnos y yo renuncio forzosamente al teleférico.

Los perros y yo empezamos la marcha. En seguida miramos desde arriba la enorme masa de gente que va llegando a Fuente Dé; la primera cabina, con Ana dentro y nuestros macutos, sale puntual y observo como en unos segundos pasa de abajo a arriba nuestro y asciende a una velocidad vertiginosa comparada con nosotros. Los perros ni se pueden imaginar que ahí va su dueña. De nuevo pienso en lo dura que era la vida antes.

Cómo no. En la parte mas estrecha de la senda, con el precipicio al lado, aparece un mastín. Salvado este obstáculo con cierta tensión, el espectáculo va creciendo en intensidad a medida que ganamos altitud, con unas maravillosas vistas especialmente hacia los Tornos de Liordes y Peña Remoña.


Así alcanzamos el Collado de Valdecoro.....

...y aparece la enorme mole del Peña Vieja y Peña Olvidada. Desde esta vertiente, la montaña gana mucho atractivo y de verdad uno se da cuenta de lo pequeño que es al lado de los lugares que recorre.

Tras reunirme con Ana, huimos entre la gente y nos adentramos en la roca y la nieve, saludando a viejos conocidos como la canal de San Luis y la Padiorna...

...Pico San Carlos y Torre del Hoyo Oscuro....

...Tesorero y Torre de los Horcados Rojos....

..y por fin damos vista a la Canalona y la cumbre del Peña Vieja (al fondo de la foto).

La huella abierta nos deja progresar con fluidez a pesar de lo blanda que está la nieve , sin embargo, el precio que tengo que pagar por haber subido andando desde abajo es muy elevado; mi forma física es humillante comparado con lo que era antes, y alcanzar lo alto de la Canalona me cuesta algo mas que sudores.



Pero llegamos.


Y con humildad recibimos el obsequio a tal esfuerzo: un atardecer de ensueño desde la cumbre de laTorre de las Coteras Rojas (2493 mtrs).


Tesorero y Horcados Rojos:

..cumbre del Peña Vieja (nuestro destino del dia siguiente):


...Macizo Oriental:

...cresta Madejuno-Llambrión (especialmente para tí, Ceci):


Tras una noche maravillosa, con una inmensa luna llena, de esas que sus rayos de luz te atraviesan el cuerpo y el alma, y te dejan limpio y te quitan todo lo malo que llevas dentro, nos levantamos con energias renovadas y nos damos un paseito de 40 minutos hasta la cumbre del Peña Vieja (2613 mtrs), desde donde presentamos nuestros respetos entre otros al Urriellu...

..a los picos de Santa Ana (en primer término) y Torre Cerredo...

...al Friero, Torre del Hoyo Chico, Torre de Liordes, Torre de Salinas...

...Llambrión, Torre de la Palanca, Peña Santa, Torre de Horcados Rojos...

Iniciamos el descenso de la cumbre con una sensación indescriptible; los Picos de Santa Ana nos llaman para que nos acerquemos a hacerles una visita rápida:


...pero nos queda mucho descenso hasta Fuente Dé y luego hasta Madrid, y nos tememos que la luna de anoche no ha afectado al teleférico y los perros siguen sin poder montarse en él.

Así que descendemos la Canalona relajadamente....


...nos despedimos de nuestra benefactora...

..y los cuatro (Ana en esta ocasión se apunta) nos lanzamos por Valdecoro y la senda del Hachero a la civilización, saludando de nuevo tensamente al mastín que gobierna las verticalidades de Fuente Dé.
Nos volvemos para la ciudad con un trocito de humildad y otro de satisfacción en nuestro corazón.
Hasta la próxima!